martes, 13 de enero de 2009

equívoca

Primera anotación:
¿Qué hace que una falla
sea una falla?
El éxito es relativo;
no es más que
la comparación
de nuestros resultados
con los de alguien más
que simplemente tuvo
la suerte
de llegar antes que nosotros.

Segunda anotación:
¿Si uno aprende de los errores,
por qué cometemos algunos errores
demasiadas veces como para
llevar la cuenta?
Los humanos no son perfectos;
nadie ni nada lo es.
El concepto de perfección
no es más que un espejismo,
un truco posiblemente creado
para tener una meta, un ideal,
un deseo que perseguir.
Sin motivación,
¿qué sería de la humanidad?
Error tras error,
la vida sigue andando
y se crean maravillas
del mismo material
que se crean los sueños
y también los errores.

Análisis:
las preguntas me inundan
como la tristeza que me invade
cada noche
al pensar que no dije lo correcto,
la soledad que me persigue
aún cuando estoy con amigos,
el rencor que siento
al pensar que yo pude ser
más especial que alguien
a quien ni siquiera conocí
y todo lo demás que siento
(incluso el retorcijón interior)
cuando recuerdo tus ácidas palabras
que me dejaron boquiabierta
y perdida en el abismo
de mis equivocaciones.

filosofando

No sé
qué es lo que
me inspira más:
la inesperada
distancia de lo que
verdaderamente quiero
o la cercanía de algo
que me mantiene
vacilante,
alerta,
infeliz
e incompleta.

lunes, 12 de enero de 2009

notitas

Tan inmaduras
y tan simples;
cada pedacito de papel
lleva consigo
un pedacito de corazón.

1.
"Yo sé que me quieres,
sé que me deseas.
Veámonos atrás
del edificio de ciencias."

(nada más que bromas,
juegos infantiles;
¿te acuerdas cuando
nos contábamos secretos
en las envolturas
de los caramelos?)

2.
"¡Te tengo que contar
del sábado!"

(claro que me pudiste decir
con otra notita,
pero no hay nada como
tratar de descifrar
tus expresiones
mientras me cuentas
cara a cara sobre
tus infortunios amorosos)

3.
"Sonríe.
Te quedan bien
esas sonrisas."

(y, claro,
no podía faltar
la notita
que me hace volar
mientras me alejo
de mi casillero
y que me hace preguntarme
a mí misma
quién estará
en mis fantasías
el día de hoy)

confusión

A veces
es difícil
entender
quién quiere a quién,
quién ama
y quién no
y por qué.

No entiendo
por qué te amé,
tampoco entiendo
(o creo que no lo haré)
por qué amaré al siguiente,
y por qué me casaré,
si es que algún día
llego a eso.

Mi cabeza
está casi tan revuelta
como mi estómago,
el cual amenaza con devolver
sus contenidos
medianamente digeridos.

Mis ojos,
por otro lado,
tratan de entender
aquello que mis manos buscan
cuando corren por un cuerpo
y se moldean en torno al
ondulante relieve;
el cuerpo de aquel hombre
o el muchacho
o un joven que conocí una vez.
¿Qué hay en un objeto
que los ojos no ven
pero el alma logra palpar
y comprender
y querer
sin objeción alguna?

Y sigo sin entender,
después de que
me trataste de explicar
con tu infalible lógica,
después de que él
me tratara de explicar
con palabras endulzadas
y después de que el otro
simplemente se riera
y me preguntara
(con un aire de superioridad)
por qué ando cuestionando la vida
de una manera tan poco útil.

domingo, 11 de enero de 2009

introducción

Punto a:
no esperemos
poder entender
las verdades
del amor,
mucho menos en
estas edades,
tan llenas de
vacilación,
confusión
e incoherencia.

Punto b:
he tratado,
tras ardua investigación,
de reunir evidencia
para demostrar
que lo que uno siente,
siendo adolescente,
no es verdad;
pero no hay mucho
que yo pueda decir,
pues me encuentro
fuera de mi área,
siendo nada más
que un conejillo de indias.

Punto c:
más de una vez
se han visto casos
en los que
se han tomado vidas
o han quedado espíritus
eternamente desamparados
a causa de lo que
hemos decidido declarar
no es más que
"un ataque hormonal".

Punto d:
para evitar el aburrimiento
y común procedimiento
de la descripción exacta
de estos sentimientos tan extraños
y escalofriantemente peligrosos,
yo escribo poemas,
y los comparto con el mundo
en un esfuerzo colectivo
de acumular información sobre el caso
y descifrar los misterios
de la adolescencia.

Conclusión:
sean todos bienvenidos
a lo que promete ser
una montaña rusa
de sentimientos;
líneas y párrafos
dedicados a la confusión
que va junto a la declaración
de los pensamientos
de una joven que descubre
que apenas está
comenzando a vivir.