martes, 3 de noviembre de 2009

resoluciones

Me dije a mí misma que no pensaría en ti,
así que tomé un lapicero y escribí:
uno, me voy a dormir antes de las tres;
dos, no voy a llegar tarde a francés;
tres, me tengo que alejar de tanto carbohidrato;
cuatro, debería ejercitar cada semana, sólo un rato...

En la cuarta me quedé,
mi mente blanca como el papel,
y sobre aquel lienzo pinté
la profundidad de tus ojos y el color de tu piel.