lunes, 18 de octubre de 2010

de monstruos y pesadillas

Cuando me pregunten
qué me da miedo
no voy a decir bichos
ni alturas
ni aguas profundas.

Me da miedo no tenerte,
me da terror perderte;
me muero al pensar
que un día me voy a despertar
y ya no vayas a estar.

pero sobre todo me da miedo
que nunca llegue a despertarme
a tu lado en la cama,
en tus brazos en el bus
o como un deseo en tus pensamientos.

jueves, 15 de julio de 2010

dos caminos

Hay días en los que despierto
con un sentimiento
de que hay un talento
que yace en mí,
puro y sin descubrir,
y que mi vida se llenará
de arte.

Luego me sacudo el cerebro
y hago frente a la realidad;
regreso gateando al vientre
de mi madre ciencia.

viernes, 28 de mayo de 2010

espejismo

Al ver un espejismo,
inmediatamente,
el pasado regresa.
No es que no me importe,
ni me haya olvidado,
sino que me pesa.

Me duele saber que yo
fui la causa de tu dolor.
En tus ojos no hay tristeza
ni añoranza; hay rencor.

A decir verdad,
yo te hice un favor.
¿Para qué te vas a quedar
donde no hay amor?

martes, 3 de noviembre de 2009

resoluciones

Me dije a mí misma que no pensaría en ti,
así que tomé un lapicero y escribí:
uno, me voy a dormir antes de las tres;
dos, no voy a llegar tarde a francés;
tres, me tengo que alejar de tanto carbohidrato;
cuatro, debería ejercitar cada semana, sólo un rato...

En la cuarta me quedé,
mi mente blanca como el papel,
y sobre aquel lienzo pinté
la profundidad de tus ojos y el color de tu piel.

sábado, 31 de octubre de 2009

intermedio

Hay un elefante
que nos está persiguiendo,
y yo se que vos también
siempre me estás viendo.

Ahora sé que es difícil
admitir los errores
y hablar las verdades
cuando hay tantos temores.

Quiero que sepas
que siempre pienso en vos
y sigo pensando en soluciones
para nosotros dos.

No tengas miedo;
los dos estamos en confusión.
Para mientras te dedico un “te amo”
para que se te alegre el corazón.

domingo, 25 de octubre de 2009

te dedico este haikú

Quisiera amar
la chispa de tus ojos
aunque no estés.

martes, 20 de octubre de 2009

no hay palabras más que estas

Nunca quise usarte como una salida,
pero debo decir que me agarraste desprevenida
porque acabo de darme cuenta que sigo herida.

Por mucho que me disculpe y diga que lo siento,
no cambiará el hecho que el pensamiento
no era más que una máscara del sentimiento.

Tengo demasiadas caídas por delante
y tú, tú tienes el alma de un diamante;
mereces algo mejor que la mitad de esta amante.

No tengo el valor para hacerte caer,
así que te hago sufrir y me quedo para ver.
Soy lo más cobarde y cruel que puede haber.

Mi mente me dice que por lo menos lo intenté,
pero no sentí esa chispa cuando te besé,
y no sé cómo decirlo, o incluso si lo diré.

Y cuando el telón cae, no hay nadie a su lado.
Este es el final que todos han esperado;
el que juega con fuego termina quemado.