miércoles, 20 de mayo de 2009

astros

Querido sol,
eras el centro de mi universo,
pero te perdiste en medio de la tormenta
y me dejaste sola en un mundo inverso
donde todo era oscuro
y el aire quemaba mi piel,
pero mi corazón murió
en mano del hielo.

Querida luna,
alguna vez quise creer
que tu luz sería inmortal,
pero hay días en los que todo va mal
y el cielo recita epitafios sin tu presencia.

Querido cielo,
no me traigas mentiras de perfección,
de azul eterno sin comparación
si el horizonte es un púrpura perdido;
un moretón en tu piel y un ego herido.

Querida alma,
no quise escuchar tu voz
tan tenue e inocente,
pues no creí en algo que me pedía
buscar el bien en la gente.

Y ahora no queda nada
más que mi cuerpo y el viento;
tras años de ignorar al mundo,
el no ver los astros
es de lo que más me arrepiento.

2 comentarios: