astros

Querido sol,
eras el centro de mi universo,
pero te perdiste en medio de la tormenta
y me dejaste sola en un mundo inverso
donde todo era oscuro
y el aire quemaba mi piel,
pero mi corazón murió
en mano del hielo.

Querida luna,
alguna vez quise creer
que tu luz sería inmortal,
pero hay días en los que todo va mal
y el cielo recita epitafios sin tu presencia.

Querido cielo,
no me traigas mentiras de perfección,
de azul eterno sin comparación
si el horizonte es un púrpura perdido;
un moretón en tu piel y un ego herido.

Querida alma,
no quise escuchar tu voz
tan tenue e inocente,
pues no creí en algo que me pedía
buscar el bien en la gente.

Y ahora no queda nada
más que mi cuerpo y el viento;
tras años de ignorar al mundo,
el no ver los astros
es de lo que más me arrepiento.

mi corazón llora en verso

¿Qué cortina de hierro
nos separa hoy,
extranjero?
Te entiendo menos cada día,
cual amor pasajero.

Los pájaros ya no cantan
afuera de mi ventana;
antes salían con mi sol
que eras tú cada mañana.

No quiero ser un florero
sobre el ataúd en tu funeral,
así que atemos los cabos sueltos
por si esto acaba mal.

Te prometí la eternidad
de una flor de seda,
y aún te la ofrezco,
te ofrezco lo que queda.

Perdón por no ser
lo que siempre quisiste,
o no sé si tal vez
tú te confundiste.

Yo se que en mí
todo sigue vivo,
pero siento que no es
lo mismo contigo.

Y sin embargo
te rogaré que no te vayas
porque yo te sigo amando
con todas tus fallas.

Si tu corazón
alguna vez me amó,
verás y entenderás
lo que siento yo.

pidiendo perdón

Quisiera ser Shakespeare
para escribirte un soneto,
pararme bajo tu ventana
y recitar sin libreto.

Soy torpe y olvidadiza
y no me gusta obedecer;
soy egocéntrica e inmadura
y una experta en perder.

No me gusta que me digan
lo que está mal en mi,
pero me molesta mucho menos
cuando viene de ti.

Sé que algún día
voy a llorar por mi estupidez,
pero a veces soy lenta
y voy un paso a la vez.

Te pido que entiendas
que te amo más que a nada
y que verte triste o enojado
me deja bien ahuevada.

No te escribo poemas
con mucha coherencia
porque tu amor me tiene
al borde de la demencia.

Sabés que te quiero
tal y como sos
y yo sé que es
lo mismo para vos.

Prometo ser mejor
y aprender a tu lado,
pero te pido, amor,
que ya no estés desanimado.

el amor es un gran negocio

Quiero ir a buscarte,
llegar a tu casa
y tirar piedritas a tu ventana,
decirte en codigo morse,
y en braille
y en francés,
decirte lo mucho que te amo.

Quiero quedarme en deuda
porque así te acordás de cobrarme
y yo te puedo amar siempre.

Te debo mil horas de caricias
y un millon de besos
y una vida a tu lado.

No pido nada complicado,
no pido mucho más;
no pido explicaciones
ni papeleo
ni tradiciones;
solo pido el momento,
sentir tu piel contra la mía
y saber que me amás.